miércoles, 23 de febrero de 2011

Stranger.

¿Sabes? He pensado en hacer una hoguera. Tenemos leña de sobra y demasiadas maneras de hacerla arder. Deberíamos recaudar cada tronco, cada rama y cada espiga, cada hoja y cada flor. Aunque no lo creas, las flores también prenden.
Ahora que lo pienso tengo en alguna caja en alguna parte guardada aquella flor que me regalaste una noche de verano. Mientras me retirabas el pelo de la cara la colocaste detrás de mi oreja y me diste las buenas noches. No me besaste. Nunca lo hiciste. Rozabas con tu mano la mía y sonreías. Eso era más que suficiente. Aparecías en medio de la nada y sólo podía ver brillar tus ojos en medio de la oscuridad. Tan distintos. Tan espeluznantemente increíbles. Nadie quiso entender tus razones pero yo te entendí sin quererlo. El más frágil de los fuertes; el más fuerte entre los frágiles. No pasarán los años por tu sonrisa ladeada y el secreto de esos ojos. No te confesaré que aún guardo en alguna caja en alguna parte aquella flor ya marchitada que me regalaste una noche de verano.
Sé que me buscaste entre la arena y el mar tan bien como sé que nunca podrás reconocerlo. Yo también te busqué. Será nuestro secreto.

3 comentarios:

  1. Es tuyo? Es increíble amiga. Sinceramente, tengo los pelos de punta, y no lo digo por quedar bien. Ha despertado tanto aquí dentro... ;)

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Igual que a ti, igual que a mí, la realidad los aplastaba.