martes, 29 de marzo de 2011

The theater of life.

Cuando la realidad nos enseña su otra cara; la verdadera. Cuando comprendemos, a duras penas, que no somos el centro de gravedad. Que nos hemos convertido en el tablero del juego que un día nosotros mismos inventamos.
Jaque mate contra mí. Y yo aquí, sonriendo al azar. Quién dijo miedo.

jueves, 17 de marzo de 2011

Awake my soul.

Amanece, tal vez no ha anochecido. Desnuda tu espalda entre las sábanas de mi cama. Recrean las sombras en tu piel el fulgor de lo que fue más que un sueño. La intensidad del silencio. El silencio de tu cuerpo. El cuerpo de los dos.
Respirar hondo. No tener que hacerlo.

domingo, 13 de marzo de 2011

Lince.

Y decían que él era una perdición. Coleccionaba noches de desenfreno y éxtasis en sus entrañas. Los jirones de su piel acallaban los secretos más inconfesables. Nada ni nadie, evidente o improbable, lograba escapar de sus fauces. Salvaje, felino. Sus instintos eran su mejor arma, y la seducción su manera de vivir. Independiente de todo salvo del placer. Sin reglas, sin condiciones. Nada de pasados ni futuros; nada salvo lo sensorial. Y como objetivo, lo extremo. Desconocía el temor, su verde mirada se hizo indemne con el paso del tiempo. Sabía de todo, no quería saber de nada más. Defensor de lo sarcástico y lo metafórico, amante de todos, dueño de todos, pertenencia de ninguno. Él, libre. Pasional, adictivo.
Que no te engañe, su mayor tesoro aun palpita a escondidas, donde nadie lo puede escuchar, donde a nadie se le permite saber, ni siquiera a él.
Ella llegó y se fue. Y volvió y se volverá a ir, desalentada. Y de nuevo volverá, inexorablemente. Por inercia. A él.
...Y decían que él era su perdición.

Igual que a ti, igual que a mí, la realidad los aplastaba.