Amanece, tal vez no ha anochecido. Desnuda tu espalda entre las sábanas de mi cama. Recrean las sombras en tu piel el fulgor de lo que fue más que un sueño. La intensidad del silencio. El silencio de tu cuerpo. El cuerpo de los dos.
Respirar hondo. No tener que hacerlo.
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